Bienvenid@. Mientras relleno de manera casi obligatoria algunos huecos del diseño de este blog con mensajes como este, dire que la vida es bella, el pasto es verde, Marte será terraformado y será nuestro nuevo hogar, y que si sigo con este mensaje tendre menos visitas aún.
No es que me interese en demasía, pero es cierto.
Me pille esto por ahi revisando noticias y viejos articulos. Tomado de aquí:
Izquierda: « Anarquía: luego de 150 años de existencia, con cerca de 10 de violencia (alrededor de 1890). Con algunas decenas de muertos a penas,
ESTA ES LA ETERNA IMAGEN DEL ANARQUISTA: [ver caricatura]»
Derecha: « Religión: luego de decenas de miles de años de existencia, decenas de miles de guerras, de masacres, de genocidios, de millones de muertos,
ESTA ES LA ETERNA IMAGEN DEL RELIGIOSO: [ver caricatura]»
No puedo estar realmente seguro de lo que es relativo en la caricatura a los anarquistas, no tanto como lo estoy con relación a los creyentes y en resumidas, con relación a los que representan la fe y la palabra de Dios.
Seguro es mejor pensar que los curas no abusan de niños, ni violan monjas, ni que el Papa ejerce influencia en la población en pro de sus santos intereses...
Y este ha sido un descargo por parte de un ateo algo ignorante.
Me pregunto que tan increible puede ser el que haya hecho este dibujo en Paint (si, ese que normalmente se usa para realizar tonterias carentes de creatividad comolos tipicos monos de palito). Por cierto que no es gran cosa tampoco, pero a mi juicio esta bien logrado luego de tres horas y media de trabajo:
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Por cierto, la idea de hacer estas cosas en paint, he de reconocer, no es para nada de mi original ocurrencia. Solo a modo de ejemplo, el bien conocido e impresionante video de la Mona Lisa hecha en MS Paint:
Puedo argumentar en mi favor que el dibujo que hice me salio a la primera. Lo juro.
Haciendo una revisión de este espacio, antro de nula reputación, puedo decir con todo buen humor que este es un espacio mediocre y con tendencia a cero de ser algo popular en la blogosfera. Por cierto, esto no tiene que ver con que me falten cosas que decir. Todo tiene que ver con el modo en que se dicen las cosas. No es lo mismo si digo "Juan Peralta es un hijo de perra" que "el desagradecido, inmundo, y bastardo de Juan Peralta". El primero es un insulto facilón, el segundo es un insulto algo elaborado (no conozco a ningún Juan Peralta, lo juro).
El caso es, que en base a lo anterior, la logica que se sigue de tanta mediocridad es que cierre este antro. Pero no lo voy a hacer. No me da la gana. Este espacio tiene de util como lo tiene un buen polvo para curar la resaca (que incoherencia). Pero, como en el ejemplo anterior, algo de agradable tiene... aunque sea solo un poco, vamos.
No he cerrado una pestaña en toda la noche. Pero solo bastaron solo 0,21 g de cafeína (lo que viene en 3 sobrecitos de cafe) para conseguir detener las imperativas ganas de dormir.
Del café recuerdo:
* Que la dosis máxima (de cafeína) es de 0,3 g. Si se supera esta dosis se dan sintomas muy molestos: nerviosismo, problemas gastricos, insomnio, euforia.
* El teobromuro esta presente en el chocolate de cacao y el café, el cual puede matar a un gato en una cantidad x que no recuerdo.
* A pesar de ser una droga muy fuerte, el sindrome de abstinencia que produce en un adicto no es mayor a dos días de insomnio y dolor de cabeza
* En el siglo XIX (creo) fue la droga de moda entre algunos pensadores. Bebían bastante de la mencionada infusión.
Bien, eso es lo que recuerdo. Y que la FDA no le permitiria con tanta facilidad su distribución si fuera una droga nueva.
Siempre he sido un tipo postergador y carente de la voluntad necesaria para sobrellevar los compromisos, las obligaciones, los problemas. El problema es que, siendo muy consciente de ello, no hago casi-nada por enmendarlo. Esto es muy evidente en cuanto a mis hábitos de lectura: pocas veces he terminado de leer los libros que tengo (claro, tengo el hábito de dejar los libros de la biblioteca en stand by. Aunque vuelvo a ellos… y los postergo de nuevo).
Ahora, habiendo tenido meses para estudiar, tengo una prueba en diez días para entrar a la universidad y no se que tan "bien" o "mal" me va a ir… Por cierto, no estoy tan mal preparado, pero me falta un montón.
Oí alguna vez que el cerebro se apaga (o sea que puedo morir) en esa cantidad de días si no duermo. En todo caso, en cinco creo que te volvías loco. Pero no aguanto dos días sin dormir, y no me siento presionado por estudiar (el problema va por ahí: jamás me siento obligado, no hay estrés ni nervios ante las dificultades. Ser tan confiado es toda una desventaja)
Casualmente leo a un tal Schopenhauer (chopenjagüer XD). De él no sé más que el hecho de que influencio a Nietzche y que escribía filosofía en el siglo XIX. Normalmente leo ensayos de ciencias, no de filosofía. En fin, dice en Arte del buen vivir:
<yo propio, debemos juzgar felices, a los que, al ganarse, ganan algo que tenga valor; siendo así que la mayoría de los hombres no encuentran en los ocios más que un pretexto para no tener nada que hacer, aburriéndose mortalmente y siendo una carga para sí mismos. Felicitémonos, pues, mis queridos hermanos, de ser hijos, no de esclavas, sino de madres libres >>
Me di cuenta, en primera*, que, tal cual dice, he sido una carga para mi mismo en los últimos meses. Desde que deje el trabajo para “estudiar” (mientras trabaje me decía lo mucho que quería eso… una vil auto excusa (sic)), no he hecho más que usar mi pensar, laptop para… bueno para muchas cosas, incluso para leer material interesante, pero en ciertos términos y a fin de cuentas, ocioso.
Criar la voluntad, que a fin de cuentas es lo que me falta, resulta bastante difícil. Puede que sea otra excusa, pero me siento conscientemente presa de mi mismo, de mifalta de voluntad, sin estar (demasiado) incomodo por ello.
Hace un rato vi este video, y recorde que este hombre, George Carlin, con su inigualable estilo -ateo, anticlerical, sarcastico... (no soy bueno con los adjetivos por la noche) en fin, fallecio a mediados de este año a los 71 años, si no mal recuerdo. Por supuesto, a continuación una rutina de este increible comediante:
"¿Cómo deshacerse del dinero falsificado? ¡Póngalo en la canasta de limosnas en la iglesia!" * -George Carlin
*Creo que es una excelente idea...
domingo, 26 de octubre de 2008
Toda esperanza, todo sueño, se acompaña de una cierta fe*. La fe en uno mismo, o en algun Dios inexistente, o algún ente de razón como el destino, la suerte, cualquier cosa sea. Esa fe es una especie de reafirmación de la propia seguridad de poder lograr lo que se anhela. Una vez lei esto: "Fe: el engrudo insipido". Sin embargo, es tonto tener fe en el mañana, porque no existe aun. Es inutil tener fe en uno mismo porque uno mismo es falible e imperfecto. Es peor aun darle la tarea de que nos haga más fácil el vivir a un amigo imaginario (Dios), porque de este su existencia es tan improbable, o contradictoria en si misma, e inclusive inconveniente en muchos aspectos que no es mejor si estamos solos. En fin, que la vida realista (no necesariamente una vida feliz, he de admitirlo), es una donde nos damos cuenta del hecho de que como especie estamos solos (practicamente), que al universo le importamos un carajo, que nuestros sentimientos, nuestra conciencia, autopercepción, lo que sea, son nada más que propiedades emergentes del cerebro, hecho de materia, igual que el resto del universo. No somos más especiales que eso.
Aunque, pensado de otro modo, lo que termina siendo valido a fin de cuentas, no es la realidad como tal, sino nuestra apreciación de ella. Lo que hemos construido, las relaciones, las amistades, las ocupaciones, los logros, las victorias y las derrotas... Todo eso es lo que importa realmente.
Pero de seguro es más complicado que eso...
Mi definición de fe es: "certeza o convicción que no esta avalado por evidencia". El uso que le doy aqui es similar.
“Tienen un semblante melancólico, como si fueran sensibles a la injusticia de la naturaleza al modelar un cuerpo tan macizo destinado a ser dirigido por alas complementarias ciertamente incapaces de levantarlo del suelo”
Hay mucha gente que dice que sin creer en Dios un hombre no puede ser feliz ni virtuoso. En cuanto a la virtud, sólo puedo hablar por observación, no por experiencia personal. Y en cuanto a la felicidad, ni la experiencia ni la observación me han llevado a pensar que los creyentes son, en general, más o menos dichosos que los incrédulos. Se acostumbra a encontrar «nobles» razones para la desdicha porque es más fácil ser orgulloso si se puede atribuir la desdicha de uno a falta de fe que si hay que atribuirla al hígado. En cuanto a la moralidad, una gran parte depende del modo en que se entiende el término. Por mi parte, creo que las virtudes más importantes son la inteligencia y la bondad. La inteligencia está obstaculizada por todos los credos, cualesquiera que sean; y la bondad está inhibida por la creencia en el pecado y el castigo (esta creencia es la única que el Gobierno soviético ha tomado del cristianismo ortodoxo).
Hay varias maneras prácticas de que la moralidad tradicional estorbe todo lo que es socialmente deseable. Una de estas cosas deseables es la prevención de la enfermedad venérea. Más importante aun es la limitación de la población. Los adelantos en medicina han hecho esta materia más importante de lo que había sido antes. Si las naciones y las razas que son aún tan prolíficas como eran los ingleses hace un centenar de años, no cambian sus costumbres a este respecto, a la humanidad sólo le queda la guerra y la miseria. Esto lo saben todos los eruditos inteligentes, pero no lo reconocen los dogmatizadores teológicos.
Creo que la decadencia de la creencia dogmática sólo puede hacer bien. Reconozcoinmediatamente que los nuevos sistemas de dogma, como los de los nazis y los comunistas, son peores aún que los antiguos, pero no habrían arraigado de tal modo en la mente humana si los hábitos dogmáticos ortodoxos no hubieran sido inculcados en la niñez. El lenguaje de Stalin recuerda el seminario teológico donde recibió su aprendizaje. Lo que el mundo necesita no es dogma, sino una actitud de investigación científica, combinada con la creencia de que la tortura de millones no es deseable, ya la inflija Stalin o una Deidad imaginada a semejanza del creyente.
Vi las noticias. Era emocionante: unas personas lloriqueando (literalmente) porque los funcionarios del registro civil estaban en paro. Sentí una extraña sensación de placer al verlos, me dio gusto de hecho el solo observar su sufrimiento... ¿Maldad intrínseca o pura euforia matutina?
Vaya, menudo sol que hace afuera, he visto el amanecer. Pase la noche despierto para evitarme tener que abrir los ojos en una realidad entumecedora y desagradable: en la que no tengo tiempo.
Una duda muy breve... las mujeres de Hamburgo (ciudad de Alemania), ¿tienen acaso el gentilicio de hamburguesas? (es una duda seria y razonable pero que parece chiste al proponerla... un mal chiste)
Muchas veces me levanto sin saber que hare. Muchas veces me voy a dormir con la sensación de que debo resignarme al hecho de no haber logrado nada importante en el día ya muerto. La sensación rara de que no se, simplemente, a donde voy. No tengo la menor idea, ni más ni menos.
Puedo rememorar todo lo que hice hoy, en el caso de que, quizás, sin darme cuenta, hice algo importante: medio dormido deslice mi dedo en el lector de huellas digitales; al abrir los ojos vi a mi hermano y le pregunte qué hora era, "son las dos" me dijo. En lo más hondo, casi imperceptible, había ya cierto deje de resignación: la mayor parte del día la había desperdiciado en la cama. Mierda.
Podría seguir viajando en el tiempo a escala de menos de un día atrás, solo para relatar que, durante la tarde, repare mi notebook, tome pisco con mis hermanos, pensé en algunas tonterías, y, luego de perder el tiempo largamente, me duche para variar.
En resumidas cuentas, una pérdida de tiempo sin remedio. Otro día de vida al traste. O quizás no. Tal vez, escribir esto es la posibilidad para que alguien más, mientras lee ociosamente esto, no pierda su día como he hecho (es demasiado optimista pensar que alguien encontrara y leerá esto).
Me duele la cabeza, tengo frio y son las cuatro de la mañana, más un cuarto de hora. ¿Qué demonios sigo haciendo aquí? Si duermo pronto, lo que sigue puede ser mejor; hay una vida que continuar, a pesar de todo.
Los rutinarios razonan con la lógica de los demás. Disciplinados por el deseo ajeno, encajónense en su casillero social y se catalogan como reclutas en las filas de su regimiento. Son dóciles a la presión del conjunto, maleables bajo el peso de la opinión publica que los achata como un inflexible laminador. Reducidos a vanas sombras, viven del juicio ajeno; se ignoran a si mismos, limitándose a creerse como se creen los demás. Los hombres Excelentes, en cambio, desdeñan la opinión ajena en la justa proporción en que respetan la propia, siempre más severa, o la de sus iguales.
Son zafios, sin creerse por ello desgraciados. Si no presumieran de razonables, su absurdidad enternecería. Oyéndoles hablar una hora parece que esta tuviese mil minutos. La ignorancia es un verdugo, como lo fue otrora del siervo y lo es aun del salvaje; ella los hace instrumentos de todos los fanatismos, dispuestos a la domesticidad, incapaces de gestos dignos. Enviarían en comisión a un lobo y a un cordero, sorprendiéndose sinceramente si el lobo volviera solo. Carecen de buen gusto y de la aptitud para adquirirlo. Si el humilde guía de museo no los detiene con insistencia, pasan indiferentes junto a una madona del Angélico o un Retrato de Rembrandt y a la salida se asombran ante cualquier escaparate donde haya oleografías de toreros españoles o generales americanos.
José Ingenieros: La mediocridad intelectual.
miércoles, 28 de mayo de 2008
Creo que la vida carece de sentido. O mas bien, la Existencia es absurda.
