sábado, 23 de mayo de 2009

One thousand

En el momento de escribir este post, ¡El contador de visitas llegó a 1000! ¡Al fin luego de un año, este blog tendrá 4 cifras en el contador! Sabía que vine al mundo por una razón...






Supongo que con las esporadicas visitas que tiene este antro, deberia celebrar solo... (suena como si mi vida girase en torno a este blog).

Si alguien comenta este momento fugaz de felicidad pues... bueno, al cabo que ni quería.

¿Sabian que subtitulo parodias de poco presupuesto? Si, la segunda temporada de Chad Vader tiene subtítulos en español gracias a mi... aunque el cuarto episodio no lo he subido por falta de tiempo. Ya será hora.





Este es un blog que asciende tan rápido en fama como Juan Perez, pero me niego a dejarlo morir. En todo caso, un saludo a los esporadícos visitantes que se aparecen por aquí.


 

Charlataneria local, el malogrado robot Arturito.

Es de seguro que está clase de noticias no son tan interesantes cuando ya no son vigentes. Pero lo publico porque me da la gana y ya.

Mientras trasnochaba en vano, dando vueltas y leyendo articulos de mi propio capricho en vez de estudiar decididamente, recorde un fraude que causo cierta euforia local durante dos o tres semanas. Se trata del "inventor" Manuel Salinas, quien afirmaba en el 2005, tras haber resuelto (según el) una serie de problemas teoricos, haber creado al robot más super-impactante jamás realizado, apodado Arturito (presumiblemente en honor al droide R2-D2 de Star Wars); llegó a encontrar un tesoro en la isla Juan Fernandez, luego de esclarecer el caso de homicidio de un conocido empresario. Según nuestro master mind, su aparato buscalo-todo integraba "unreactor nuclear de 15 centímetros, un ecorradar, una fuente de antiplasma"(re-sic). Ver aquí y aquí.

Una joyita de este genio incomprendido referente al adorable Arturito (la única que encontre):
"Por el contrario añade, es la integración no lineal de la unidad básica de la conformación de la vida como es conocida; por lo tanto, y en el concepto meramente funcional y explicativo, detallo que nuestra unidad es la integración de componentes electrónicos altamente sofisticados capaces de descifrar la ecuación de unanimidad dentro de la teoría del caos en el contexto de un integral elevado al exponencial radical, basado en la conformación de las especies, tal cual se conocen después de 20.000 años de evolución asistida" (recontra-sic)

Con los días, la cuestión se torna más hilarante y ridícula cuando nuestro Einstein es invitado a la conferencia de una prestigiosa universidad local, la UTFSM, a exponer sus argumentos, alimentando la vana esperanza de ofrecer fundamentos científicos serios. Al terminar la disertación sobre los fundamentos detrás de Arturito, está fue la respuesta de un profesor de la universidad:





Como todo hombre adelantado a su época, aplastado por la mofa del público y derrotado por la crítica, valeroso, tuvo una última frase antes de hundirse para siempre (muajaja): "se lo digo a todo el mundo, siempre voy a seguir mis ideales y si seguir los ideales significa que la gente no entienda y haga mofa de ti, seguirán las mofas".

Finalmente, luego de algo de cobertura de la prensa, detractores y defensores realizaron un intercambio en un ya acabado programa de debate (de los que justamente escasean en la televisión abierta). Para mi sorpresa, halle el episodio completo. No deja de ser interesante, pues muestra instructiva y claramente la diferencia entre lo que es defender la ciencia y el conocimiento conseguido con la investigación seria y el hecho de avalar la pseudociencia, es decir, la insensatez, la ignorancia, la falta de disciplina métodica y esfuerzo guiado por el conocimiento, la vaguedad y la estúpidez.






Conclusión: luego de un viaje por un caso anecdotico aunque ejemplar, sobre las ansias de gloria basadas en engaños o en genuina estupidez de Manuel Salinas, prensa ignorante e irresponsable que difunde de manera acrítica cualquier pseudociencia e invención absurda, llego a la conclusión: por su sencillez las pseudociencias pegan más, porque satisfacen el deseo de certeza sin mucho esfuerzo, y se extienden mucho más fácil en el público. La ciencia verdadera es dura de aprender, y para evitarme explicaciones sobre el significado del quehacer científico, prefiero que usted, improbable lector o lectora, se dirija con diligencia a leer La Ciencia, su Método y su Filosofia (¡pinche aquí por todos los cielos!) de Mario Bunge.

Pero lo mejor y más divertido es reirse de un perdedor.

ACTUALIZACIÓN 27/07/09: El libro de Mario Bunge, La Ciencia su método y su filosofia, aparece en su versión full pinchando aquí. El link anterior lleva a un mero resumen. Sorry!

 
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